Para tener un trato más íntimo y personal con aquellos que leáis los posts, quería hacer uno hablando de mi experiencia con las cobayas que me han acompañado y me acompañan en mi vida. A mi parecer han sido pocas para lo que me gustaría, he tenido (y tengo) un total de 4 cobayas.
Pelusa Sputnik
La primera de ellas era una hembra preciosa llamada Pelusa Sputnik, que acabó llamándose la mayoría de las veces únicamente Sputnik, nos hacía gracia el nombre. Se trataba de mi primera cobaya, aunque la verdadera dueña era mi hermana, pero acabamos cuidándola juntos. Ambos éramos adolescentes, yo el pequeño, y sabíamos que una mascota no era un mero objeto o juguete. Además, nunca habíamos tenido una mascota de tal calibre en casa, así que fue algo nuevo y especial para todos. Era una hembra la cual el primer día al llevarla a casa vimos que tenía heridas hechas por el resto de cobayas que debía haber en la tienda, fue reconfortante pensar que le ayudamos a salir de allí para darle una vida mejor.
Tenía un patrón de colores en su pelo con una simetría increíble, perfectamente simétrica. Desde el primer día supimos que era especial, y el tiempo nos acabó dando la razón. Tristemente falleció en junio de 2021, el día 21, con más de 7 años de edad. Siempre se recomienda tener más de una cobaya para que socialicen, pero no pudimos convencer a los jefes de la casa, así que siempre intentamos suplir esa necesidad siendo nosotros quienes jugaran y la acompañaran siempre que se pudiera.

Tuvo una buena vida, le encantaba comer, el plátano era su perdición, con olerlo en la distancia ya se ponía a chillar como loca para que le diéramos. Lo mismo pasaba con la ensalada, con oír la bolsa en la nevera la casa retumbaba por los chillidos de Sputnik, parecía que no le habíamos dado de comer en semanas, cuando hacía cinco minutos que había comido algo, pero así son muchas cobayas… y personas.
No quiero extenderme hablando de Sputnik, simplemente diré que ha sido la cobaya más especial que he conocido nunca, por mucho que me pese decirlo teniendo 3 cobayas nuevas de las cuales hablaré ahora. Me alegra pensar que nos dimos cuenta de ello en su momento. Era un miembro más en nuestra familia, una preocupación más en el día a día, un corazón más al que querer. Lo mismo pienso del resto.
Recientemente decidimos introducir 3 nuevos miembros en la familia, dos machos y una hembra. Ahora contábamos con la experiencia adquirida al tener a Sputnik, aunque siempre hay cosas que aprender, pero se nos haría menos difícil saber qué hacer al principio (aunque ahora eran 3 de golpe, no una).
Nube
Nube es una hembra encantadora, fue la primera cobaya de las tres que hemos incorporado recientemente en la familia. Tiene los característicos remolinos en el pelo de las cobayas abisinia, y adoramos su personalidad. Es una cobaya muy mansa y buena, cuando fuimos a la tienda a buscar cobayas, no encontrábamos hembras (queríamos a poder ser hembras porque son menos territoriales y más pequeñas de tamaño), hasta que insistiendo y preguntando nos mencionaron que tenían una hembra apartadita del resto de cobayas porque eran machos y le estaban molestando constantemente. Fue verla y saber que teníamos que llevárnosla a casa, a Sputnik le pasó lo mismo y para mí fue cómo una señal. Se deja coger sin problema, y últimamente se ha puesto muy gordita. Le encanta la comida, es su perdición, junto con unos buenos mimos.

Brownie
Es un loco de la vida, con sus remolinos y sus colores da alegría allí por donde pasa. Me gusta el carácter curioso y de exploración que tiene, habitación donde lo metes, habitación que recorre para descubrir sus rincones al completo. Es muy activo, el locuelo no para de correr de un lado a otro, su compi de aventuras Bucky es totalmente lo contrario, pero de el hablaremos después. Es un poco lento a la hora de comer, y más si su compi anda cerca del bol, pero se las apaña para ponerse también más gordito con el tiempo. Se deja coger y le gusta recibir mimos, pero a veces se le escapa algún mordisquito. Una de sus características que más me hace gracia es su patita de color negro, teniendo el resto de color rosa, junto con sus dedos negros.
Bucky
Por último tenemos a la bolita gorda del grupo. Bucky es una cobaya de pelo corto con unos colores muy bonitos a mi parecer. Es el más tímido de todos a la hora de dejarse coger. Tiene un poco de miedo al ver movimiento, pero se acaba acostumbrando rápidamente. Lo bueno de él es que aunque te pueda costar cogerlo en brazos, una vez lo consigues es un animal muy bueno y cariñoso. Como he dicho antes, es un glotón, no deja de comer siempre que haya comida cerca, a veces incluso le roba la comida a Brownie puesto que comparten espacio. Lo bueno es que se llevan genial los dos y no discuten, algún aviso se dan el uno al otro dependiendo de si hay comida de por medio. Son dos amigos diferentes en cuanto a personalidad pero afines.

Espero que os haya resultado útil este post, no dudéis en comentar aquello que queráis para que pueda ayudaros o mandadme un mensaje privado, estaré encantado de responderos . ¡Cuy-daros mucho!